VALLE SAGRADO DE LOS INCAS

El Valle Sagrado de los Incas
Ubicado a sólo una hora en automóvil desde la ciudad de Cusco, el Valle del Urubamba o Valle Sagrado de los Incas es una de las zonas más visitadas por los turistas. Aquí encontrará numerosas comunidades de nativos andinos, pintorescos pueblos, bucólicos paisajes, importantes sitios arqueológicos.
Por la riqueza y fertilidad de sus tierras fue la principal fuente generadora de alimentación, desde tiempos de los Incas, para la ciudad de Cusco. Actualmente es afamado por ser productor de las mazorcas de maíz más grandes del mundo. El valle está flanqueado por imponentes cumbres de la Cordillera Vilcanota, muchas nevadas, y sus faldas dominadas por impresionantes andenerías, las cuales se encuentran en pleno uso en la actualidad.
El Valle Sagrado está comprendido entre los pueblos de Písac y Ollantaytambo, posee paisajes maravillosos, en donde sus habitantes, nativos de la etnia quechua, conservan muchas costumbres, ritos ancestrales y diversas expresiones de arte que se mantiene como una cultura viva. En el Valle Sagrado se diseminan hermosos pueblos coloniales que se crearon como reducciones de indios, y que hoy muestran su mestizaje en arquitectura, arte y cultura viva. Allí están Chinchero y sus tejedoras, Písac y su feria artesanal, Urubamba y su cosmopolitismo y Ollantaytambo, con su fortaleza y su pueblo inca vivo.
Es la zona en donde se puede apreciar y magnificar el alto desarrollo tecnológico incaico que lograron en la agricultura a través de "andenería" sistemas de terrazas irrigadas en las laderas de las montañas, en donde domesticaron gran cantidad de plantas, destacando el primer laboratorio genético prehispánico de Moray.
Su benigno clima templado y su particular la geografía hacen que sea un lugar ideal para los deportes al aire libre, excelentes escenarios para rafting, ciclismo de montaña, parapente, trekking y avistamiento de de aves.
En la zona del Valle Sagrado existen alternativas de alojamiento, desde hoteles de lujo en el campo y hoteles económicos en los pueblos, tienen la ventaja de tener una menor altura (1000 metros) respecto a la ciudad de Cusco y están ubicados dentro de hermosos paisajes de la campiña. En Ollantaytambo se ubica una estación de tren a Machu Picchu..
Recuperar el pasado
Durante las cuatro décadas que siguieron a la invasión española, la historia del valle del Urubamba quedó inextricablemente unida a la resistencia ejercida por los Incas rebeldes. En 1536, tras alzarse contra los españoles en Cuzco, Manco Inca instaló sus cuarteles en el poblado de Calca. Sus sucesores, Sayri Tupac, Titu Cusi y Tupac Amaru, lograron mantener viva la resistencia desde la planicie de Vilcabamba, oculta en los contrafuertes andino-amazónicos. Finalmente, a raíz de las negociaciones mantenidas con los conquistadores, el Inca Sayri Tupac emergió de la foresta para visitar Cuzco antes de instalarse en el poblado de Yucay, donde murió en circunstancias sospechosas, al parecer por envenenamiento. Las ruinas de su pequeño palacio constituyen uno de los raros ejemplos de arquitectura incaica posterior a la conquista existentes en el valle.
Actualmente, son numerosos los arqueólogos peruanos y los equipos internacionales de investigadores que estudian los complejos arquitectónicos incaicos junto al río Urubamba. Aventureros, caminantes, amantes del turismo místico y viajeros ilustrados engrosan las filas de visitantes que llegan al valle. Muchos quizá no detengan su apresurado peregrinar hacia el Camino del Inca y Machu Picchu. Sin embargo, en el Valle Sagrado aún es posible caminar con tranquilidad, descubriendo parajes de inusitada belleza natural, mientras se admira el legado de los incas, custodiado en esta majestuosa región de los Andes orientales.
